común.

(Del lat. commūnis).

1. adj. Dicho de una cosa: Que, no siendo privativamente de nadie, pertenece o se extiende a varios. Bienes, pastos comunes

Vivo en un tercero y viene la primavera. Desde la ventana de la cocina se ve una plaza y en la plaza, cuando viene la primavera, se ve a niños jugando, gente pasando o charlando en los bancos. Y cinco árboles. Justo delante de la ventana de la cocina está uno de ellos, un naranjo. Si alargo la mano lo suficiente puedo coger una hoja de la copa del árbol, pero eso no es lo mejor. Lo mejor es que cuando llega la primavera, el olor del azahar del naranjo se mete por la ventana y tapa un rato el olor de las cañerías de esta casa vieja.

Pues bien, hoy cuando he bajado he visto que, como de costumbre, me habían echado publicidad en el buzón y cuando he ido a abrirlo he visto que el presidente de la comunidad había puesto un cartel al lado. En el cartel ponía, transcribo de memoria: “Por petición de las vecinas del 1ºB y el 2ºB se ha llamado al ayuntamiento para que procedan a podar los naranjos del parque porque tapan las ventanas de estas y otros vecinos. El gasto correrá a cargo de la comunidad. Si hay alguna queja o sugerencia, por favor diríjase al 4ºC. Fdo: el presidente.” No sé si es una queja, una sugerencia o una petición desesperada: ‘no me quiten el olor a azahar’. No, no me lo pueden quitar. Que no. He visto cómo podan los árboles en otras calles y no queda ni una hoja. Que me da igual que vivan en la sombra los demás, que no.

En el felpudo del presidente de la comunidad pone bienvenido en una dirección y adiós en la otra. ¿Llamo o no llamo? ¿Estaré a tiempo de parar el procedimiento? Ya sabemos que los papeles del ayuntamiento pueden tardar en ponerse en movimiento pero una vez lo hacen no se puede saber dónde están. En fin, no sé. Voy a bajar a casa para pensármelo mejor, no sé si tengo razón. Seguirá habiendo otros naranjos. Lo mismo me viene bien salir de casa de vez en cuando para buscarlos.